¡Mañana viene Pau! ^^ Tengo muchas ganas de que llegue. Y, aprovechando que va a pasar aquí unos días, he aprovechado para experimentar con su futura tarta de cumpleaños. Como a él le encanta el limón, y mis anteriores intentos de hacer tartas de limón no fueron muy exitosos (quedaban o muy líquidas -tipo mousse-, o demasiado gelatinosas), he decidido probar con algo nuevo: el Lemon Curd (crema inglesa de limón). Tengo que decir que el Lemon Curd lo preparé con antelación hace unos días, para ahorrarme trabajo hoy, peeero incluiré la receta de todos modos.
Y bien, vamos con la tarta y después pasaré a despotricar un rato sobre ciertos "inconvenientes" que se presentan para mañana. Que a ver, ojalá todos mis problemas fuesen como esos, pero no deja de ser muy fastidioso que pasen esas cosas.
Ejem!
Tarta de Lemon Curd, chocolate y merengue!
Ingredientes:
* Para el Lemon Curd (sobrará un poquito):
- 3 limones (de los que usaremos tanto el zumo como la ralladura).
- aprox. 1/2 vaso de azúcar (se puede añadir más; yo lo quería ácido).
- aprox. 60 gramos de mantequilla.
- 3 huevos.
* Para la masa:
- 6 onzas de chocolate Valor para hacer a la taza.
- 1 taza de leche.
- 3 yemas de huevo.
- 8 galletas María (o similares)
- 1/2 taza de harina y otra 1/2 de Maizena.
- 60 gr. de mantequilla (aprox).
- 1 pellizco de canela.
- 2 cucharadas de cacao en polvo (opcional).
- 1 rebanada de Pan Bimbo (opcional, la verdad es que ha sido un intento de última hora de espesar la masa porque me he pasado un pelín conj la leche ^^U).
- unas 4 onzas de chocolate negro para picar, o en su defecto, pepitas de chocolate (opcional).
* Para el merengue:
- 3 claras de huevo.
- Azúcar.
* Decoración (opcional)
- 2 onzas (o una grande) de chocolate y una cucharadita de mantequilla.
Bien, empezaremos con el Lemon Curd!
Es muy fácil de hacer; sólo hay que poner al baño maría el zumo de los 3 limones, la ralladura (cuanto más finita, mejor), la mantequilla y el azúcar. Calentamos al baño maría hasta que la mantequilla se derrita y entonces incorporamos los huevos, previamente batidos como para tortilla. Dejamos que se caliente sin dejar de remover, y cuando vemos que la crema empieza a estar bastante espesa, retiramos.
Se puede guardar en frascos y aguanta en la nevera bastantes días (una semana por lo menos seguro que aguanta bien, si el frasco está bien cerrado). El bote blanco, al completo, es el que he utilizado para hacer la tarta; pero lo que sobre está buenísimo en sandwiches (sobre todo con un poco de chocolate espolvoreado por encima). Y dado que tiene una consistencia bastante espesa, creo que sería un estupendo topping para cupcakes (yo es no soy muy amiga de la buttercream; así que ante la posibilidad de encontrarle un sustituto, ahí lo dejo caer xD).
Vamos con la masa!
La verdad es que fue completamente experimental. Quería una masa que no fuese muy dura, con chocolate (se nota, verdad? xD)... y finita, de ahí que no lleve levadura. No sé aún qué tal sabrá, pero la pinta la tenía muy buena!
Bien; en primer lugar ponemos a derretir en un cazo el chocolate Valor (o el que tengáis para hacer a la taza; en cantidad como para taza y media), con la mitad de la taza de leche. Cuando el chocolate esté completamente derretido, incorporamos la mantequilla y dejamos que se derrita, mezclándola bien.
Apagamos el fuego, añadimos las yemas una por una, y lo mezclamos muy bien, incorporando la pizca de canela, el harina y la maizena. Quedará una pasta bastante dura... que hay que ablandar de cualquier manera. Personalmente, se me ocurrió la idea de las galletas y la leche: calenté la media taza de leche sobrante y trituré en ella 8 galletas maría hasta hacer una papilla finita, que eché a la mezcla anterior, removiendo bien.
Pero... ¡horror! estaba demasiado líquido entonces! intenté mejorarlo añadiendo el pan de molde... realmente la diferencia no se nota nada, así que podéis saltaros este paso. Eso sí, las dos cucharadas de más de cacao en polvo vienen muy bien aquí.
Engrasamos un molde de horno, vertemos la masa... y picamos el chocolate para colocar las pepitas por encima. ¡Al horno!
(como siempre, hasta la infalible prueba del tenedor/cuchillo/palillo).
Bien! Ya Sólo queda batir las claras a punto de nieve con el azúcar y empezar a montarla!
Primero extenderemos por encima una capa generosa de Lemon Curd (todo el bote, sin miedo!). A Pablo le gusta mucho el limón, así que cuánto más, mejor.
(desgraciadamente quedaron bastantes grumitos por el frío; pero si tenéis el lemon curd recién hecho supongo que no tendréis ese problema).
A continuación echamos el merengue por encima... y nota importante: Nunca intentéis hacer una manga pastelera con un folio normal. Se deshace el folio en cuestión de segundos y hay que sacar el merengue de allí como sea!
¡Y otra vez al horno! Pero apenas unos minutos para que el merengue se quede tostadito (vigiladlo porque no tarda nada!).
(un poquito menos tostado también habría servido xD).
Y ahora, opcional: decorar con más chocolate. Calentamos en una tacita una o dos onzas de chocolate negro y una cucharadita de mantequilla... y cuando el chocolate se derrita, pintamos con un pincel.
Y voilá! xD A la nevera hasta mañana, que es cuando la comeremos, ya os contaré qué tal!
Y ahora, el dilema.
Y es que, como Pau no se puede quedar a dormir en mi casa (mi madre no le deja)... dos de mis mejores amigos (que son pareja) se han ofrecido a dejarle dormir en sus respectivas moradas. Se me presentan dos problemas ahora:
El primero (y el menos importante) es que todavía no se han puesto de acuerdo entre ellos para ver dónde se quedará Pablo. Viven bastante cerca el uno de la otra, así que bueno, quitando esa pequeña incertidumbre no pasa nada.
Pero ahora viene lo malo, y es que el autobús de Pablo llega a Bilbao a las 7 de la mañana, ni más ni menos (viva Bilman Bus y sus horarios!). Desde el principio supuse que tendríamos que quedarnos por lo menos hora y media metidos en algúna cafetería, porque no es plan de llegar a otra casa antes de las 8 y media, o las 9. Pero antes, al hablar con ellos me han pedido que no fuésemos antes de las 11. Lo cual ya es un fastidio mayor, pero no me ha hecho gracia la manera en que me lo han dicho:
- Es que tú no haces nada y te da igual madrugar, pero yo trabajo y llego a casa a las 7. (a las 7 de la tarde del día anterior, se entiende).
Y eso me ha puesto de muy mal humor, primero porque no estoy "sin hacer nada" por gusto (amén de que este mes he estado madrugando todos los días para el intensivo de Inglés, que por cierto, he aprobado ^^); y segundo por el tono con que me lo ha dicho.
Lo peor del caso es que, pese a eso, son dos amigos haciéndome un favor (y bastante grande), por lo que tendría que estar agradecida y no quejándome, ¡y eso me da más rabia aún, el no tener que quejarme! Mal humor aumentando...
Y es que, vaya una gracia estar 4 horas por la calle a esas horas de la mañana, con Pablo cansado después del viaje y con la mochila a cuestas. Que si abriesen el Kikuyu y pudiésemos ir a tumbarnos en las jaimas, ni tan mal. ¡Pero es que hasta las 8 no abren locales "en los que uno se pueda sentar"! Y qué nos vamos a tirar, 3 horas ahí dentro? Y lo que es peor, hasta entonces, ¿qué? =_____=
Pfff...
Y mientras tanto mi madre metiendo caña en casa. Que si Pablo no tiene vergüenza por ir quedándose en casa ajenas, que si debería irse a un hotel... ¡No todos podemos permitirnos estar durmiendo en hoteles cada vez que vamos de viaje! (además, que se lo acabaría pagando yo ^^U). Y la verdad es que es muy normal ir por ahí durmiendo en casa de amigos! Yo lo he hecho, mis amigos lo han hecho en mi casa, e incluso mi madre lo ha hecho en Madrid, en casa de Paulita. ¡Así que no hay razón para andar quedándose en hoteles! Sobretodo cuando los amigos se han ofrecido...