martes, 10 de julio de 2012

Carta a una ex-casera (al estilo Yennefer).


Mi queridísima X;

No te haces idea de cuánto deseaba de recibir, por fin, noticias tuyas. Después de la cariñosa despedida que me brindaste cuando dejé el piso hace mes y medio, y de las amables palabras que me prodigaste en aquel momento, realmente me moría de ganas de volver a saber de tí cuanto antes. ¡Y pensar que estuve a punto de cambiar mi dirección de E-mail! Menos mal que finalmente no lo hice, pues habría lamentado profundamente no haber podido leer tus palabras.

¡Cuánta educación y amabilidad se desprende de tus frases! ¡Qué delicadeza! De seguro, con tantas ganas como tenías de hablar conmigo, te has olvidado de poner el saludo con las prisas. Qué encantador detalle por tu parte, X. Nunca me cansaré de leer cómo alabas el estado en que dejé el piso, pues cuando una se ha esmerado en limpiar, siempre se agradece que los demás lo tengan en cuenta. Por suerte no diste importancia a la escasa suciedad que pudo quedar en los cajones de la nevera y en los armarios de la cocina, habría sido terrible que sólo te hubieses quedado con esa última impresión. Pero no ha sido el caso, y me alegro mucho.

¡Qué terrible lo que me comentas sobre el calentador del agua! ¿De veras se ha estropeado? Siento no haberte comentado nada al respecto... seguramente, como el primer día tú misma me advertiste que no funcionaba bien, se me pasó volver a mencionarte algo que ya sabías. Toda una desconsideración por mi parte que espero sabrás perdonarme. De veras, lamento tantísimo que tu madre y tú tuviéseis que ducharos con agua fría durante los días que pasásteis en Valencia... una verdadera lástima.

Con respecto al tema del teléfono, ¡Qué desfachatez la suya, pretender cobrarte tanto dinero por darte de baja en la compañía! Por supuesto, asumo toda la responsabilidad con respecto al contrato de permanencia; no es como si tú me hubieses sugerido un cambio de compañía "para ahorrar", ni mencionado que "no te importaba seguir pagando el teléfono aún cuando yo hubiese dejado el piso". Nada más lejos de la realidad. Por eso, ya que tan amablemente me lo pides, no dudaré en ingresarte el dinero hoy mismo, querida X. No puedo hacer menos por tí, después de lo bien que quedaron las cosas entre nosotras el día de mi partida.

No dudes en avisarme si surge cualquier otra novedad, ya sabes que siempre estoy a tu disposición. Y, por supuesto, será un placer recibir más correos tuyos. ¡Te ruego que no dejes de escribirme! A propósito, deberías revisar tu hotmail, creo que tienes algún tipo de virus que elimina las últimas frases de los correos, ya que no encuentro la despedida del tuyo por ninguna parte. Sólo me queda desearte que encuentres pronto un buen inquilino que deje el piso tan a tu gusto como yo lo he hecho, o incluso más.

Con todo el afecto del que soy capaz, que imagino será similar al que tú sientes por mí en estos momentos (si no mayor);
María.

PD- Por cierto, es increíble lo bien qué te está sentando el embarazo a nivel psicológico. Te he encontrado más solícita y encantadora que nunca. Todo aquel que afirme que vuelve más irascibles a las mujeres, miente descaradamente.

2 comentarios:

  1. Oh God... me he quedado a dos velas leyendo todo esto... Y ahora siento curiosidad por ver el tan famoso correo de la señora, sin duda será toda una simpatía =_=U

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  2. Te lo copio tal cual (faltas de ortografía incluídas):

    "María, no te haré más comentarios acerca del estado en que me has dejado el piso porque creo que no tiene sentido, ni tampoco de el que no me hallas dicho que el calentador estaba roto (hemos tenido que ducharnos con agua fría esos días y finalmente tuve que comprar un calentador nuevo). Pero te envío la factura de teléfono que Ono pretende cobrarme porque en el mes de marzo has solicitado un cambio de velocidad y has contraído un contrato de permanencia. No se te ocurrió mencionarlo en ningún momento y ahora me quieren cobrar 90 euros.
    Te mando la factura y ya me dirás como hacemos.

    Fdo: X "

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Entendemos que al publicar su comentario, ud. Jura solemnemente lealtad a la casa Lannister. Bien hecho.