Timofónica 1mb

Dedicaré la entrada de hoy a algo que no he parado de hacer desde mi regreso a Bilbao: Quejarme del nefasto servicio de internet que tenemos en casa. Tarifa plana de llamadas nacionales e internet de 1mb sin wifi, que pagamos a 51 € al mes (incluyendo el iva).

Algo que era medianamente razonable hace 5 años, pero que a día de hoy está completamente desfasado. Y después de estar casi tres años disfrutando de las maravillas de la conexión sin cables a velocidades mucho mayores (con Jazztel y ONO), encontrarme con esto a volver a casa supone un gran fastidio.

Pero, aún quejándome de la poca velocidad, esto es lo de menos. Lo más fastidioso del asunto, algo de lo que Telefónica se ha desentendido desde siempre, es el hecho de que cada vez que alguien cuelga o descuelga el teléfono (ya sea para llamar, para contestar, al terminar una llamada o simplemente para revisar el buzón de voz), se va la conexión durante varios minutos. Calculo unas 20 veces en las que se va la conexión cada día, así a ojo. Claro, así no hay manera de bajar ningún archivo, y para poder jugar al Aion con Pablo las estoy pasando canutas, puesto que resulta imposible instalarlo.

Siendo mi madre tan clásica y tan reacia a cambiar de compañía, era imposible disfrutar una de las nuevas ofertas de cualquiera de las grandes compañías que, desde luego, parece que se preocupan más de captar clientes que de mantenerlos. ¿Que eres un desertor? te premian. Eso sí, cuando lleves varios años en su compañía se olvidarán de tí, y pagarás rotundas facturas altísimas. Parece que la fidelidad no interesa.

Harta de este servicio, tuve que llamar haciendo amago de ir a cambiarme de compañía (cambio que no habría podido llevar a cabo, pero por meterles miedo que no quede), ante lo que me ofrecieron (el martes pasado), un nuevo router y 6 mb con wifi, con una pequeña disminución del precio. A ver si con esto se soluciona al menos el problema de las caídas, porque de momento, en velocidad apenas he notado la diferencia.